Voy caminando por la calle, apenas esta oscureciendo. Yo nunca voy caminando.
A quien le importa donde estoy. A quien le importa a donde voy.
De hecho... ¿hacia donde camino?
Mis ojos miran el cielo, oscuro en una parte y con luz azul en la otra parte.
¿Qué tiene de malo detenerme aquí?
¿Por qué el camino cuesta abajo es mas sencillo? Dejar de lado el constante deseo de superarse, de ser una mejor persona, de destacar, de ser un luchador.
¿Qué hay de malo en quedarse aquí, sin ilusion alguna, sin motivación alguna?
¿Qué hay de malo en no querer avanzar mas?
¿Qué hay de malo en no desear esforzarme por nada mas?
¿Qué hay de malo en dejarte vencer por un enemigo imperceptible, dejarte vencer por la mediocridad, por la pereza, la ira y la indiferencia?
¿Qué hay de malo en dejar de soñar, dejar de formular deseos?
¿Qué hay de malo en tener miedo a desear, por la certeza de que cada deseo se cumplira con todo lo que ello conlleva?
¿Qué hay de malo en descuidarse, fumar hasta la madrugada, beber una botella de vino, comer y comer, no ejercitarse y vivir en sedentarismo?
¿Qué hay de malo en no querer esforzarse por nada ni por uno mismo?
¿Qué hay de malo en temer a la vida y a la muerte?
¿Qué hay de malo en querer pasar el resto de la vida perdido en un claustro lejos de los seres que amamos, lejos de los que nos aman, lejos del vicio, lejos de la diversión, lejos de los pensamientos propios, lejos del flagelo del consumismo, lejos de uno mismo?
¿Qué hay de malo en tener terror a cometer errores y no dejar de cometerlos una y otra vez?
¿Qué hay de malo en perderse en un laberinto mental, donde los pies, el inicio, la fuente, el color, la forma, el olor, la lluvia, el sol, los masajes, las palabras, el deseo, la venganza, la tristeza, la pasión, la ira, el dolor, la culpa, el perdon, el silencio... mas palabras que confunden y me pierden, me elevan y me dejan caer, el espejo, mi mirada, mis fantasmas, la perversión, el inconciente, la levedad, el yo, la mitad, los sonidos, el recuerdo, el reproche, la pesadez de los no recuerdos, la noche, el viento, el miedo, la fuerza, el equilibrio, la tempestad, en la calma, en la cama, en la carta, en la mente, en la locura?
¿Qué hay de malo en el sufrimiento del viento, de la vida, que hay de malo en tener esto atorado dentro y desear liberarlo mediante el llanto, con los sentimientos a flor de piel, con inexplicables sensaciones?
¿Qué hay de malo en perderte en tu mente, dejar que la inconciencia y la locura gobiernen?